La Vuelta de Olegario- Hotel

Es una casona antigua del 1800 con mucha historia, llena de árboles y plantas.. La atención de Abel y Patricia es muy buena. El desayuno es simple y muy rico con manteca, membrillo y unos bizcochos de grasa. La cama y la ducha están muy bien. 👌👌

Juan Andrés Enrico

Es un lugar que invita a apreciar la naturaleza. El silencio...muy tranquilo. Un jardín bello. Sus sueños muy amables tienen relatos e historias de la zona para compartir en el desayuno, en diciembre o enero llegar para el tiempo de la fruta. En nuestro caso nos tocó apreciar la belleza de la flor del durazno!! Habitación impecable, agua caliente y Wifi. Podés visitar otros pueblitos de la zona. Ideal para conocer lugares escondidos de Catamarca.

Analia Velasquez

Un viaje en la historia. Una casona auténtica ideal para quienes valoramos la arquitectura y la cultura local. Los anfitriones Abel y Graciela son amorosos, muy atentos y generosos compartiendo su experiencia de vida en Andalgalá. Abel ingeniero agrónomo amante de su tierra y Graciela docente con vocación innovadora. Gracias una vez más por abrirnos las puertas y hacernos tener una hermosa estadía.

Juliana Powell

Muchas gracias Graciela y Abel!!! Los felicito por la hermosa casona y la amorosa atención !!! La pasamos super bien, las sábanas y las habitaciones muy buenas y sentarse en la galería entre las plantas es un placer. Volveremos!!!

Marlis Kuhlmann

Hermoso lugar para descansar, alejado del centro de la ciudad, pero ubicado en una zona tranquila. La plaza está a tres cuadras y hay varios lugares para comer. La casa cuenta con un jardín hermoso, lleno de plantas. Sus dueños son súper cálidos y atentos, conservan un pequeño museo familiar y cuidan el lugar con mucho amor. Espero volver pronto

Nazarena Acosta Veaute

Es una bella e histórica casona de fines de siglo XIX, con una hermosa galería y un patio repleto de plantas. Las habitaciones son muy cómodas y cuentan con aire acondicionado. Abel y Graciela nos recibieron con gran amabilidad, contándonos un poco de la historia familiar y del lugar. Además nos sirvieron un buen desayuno, con dulce y mermelada del lugar, una exquisitez. Sin dudas volveríamos otra vez!

Manuel Silva